Era de reformas en Colombia

Desde hace algunos meses han venido haciendo carrera en nuestro Congreso varias iniciativas que buscan realizar modificaciones a las reformas en Colombia, unas más estructurales que otras, en tres frentes conectados entre sí, y que además hacen parte de la columna vertebral de nuestro sistema jurídico laboral, en sentido amplio: salud, pensiones y laboral.

Vale decir que desde hace ya varios años se han venido teniendo conversaciones sobre la imperiosa necesidad de realizar modificaciones al menos a dos de esos subsistemas jurídicos -pensiones y laboral-; el primero de ellos por la inviabilidad financiera asociada a los muy altos y sostenidos índices de informalidad que son regla en nuestro país, que explica en buena medida, pero no de forma exclusiva, la desfinanciación del sistema y la obligatoriedad en realizar cambios que permitan garantizar, no solo las pensiones que hoy se reconocen, sino además las de aquellos trabajadores que de manera paulatina van dejando atrás la fuerza laboral y confían en un sistema pensional que les permita contar con una digna subsistencia durante sus últimos años de vida.

 

En lo que se refiere al subsistema laboral, los intentos por actualizar nuestro Código Sustantivo del Trabajo en esta era de reformas en Colombia han sido tan variados como fallidos, pues las modificaciones que han logrado ingresar al universo jurídico desde la expedición del Código original en la década de los 50, han sido disposiciones aisladas, incompletas y desconectadas tanto de la realidad nacional como de las normas vigentes, muchas de ellas derivadas de la línea política del Gobierno de turno y otras con una intención meramente compilatoria, como lo fue el Decreto Único Reglamentario del Sector Trabajo (Decreto 1072 de 2015).

Sin embargo, aún se encuentra en mora satisfacer necesidades cada vez más claras con estas reformas en materia laboral como lo son; (i) disponer de un universo más completo de alternativas que permitan trabajar por fuera del espacio físico de la empresa, en complemento a las figuras de teletrabajo, trabajo remoto y trabajo en casa, (ii) definir criterios para la parametrización de un salario mínimo regional, propuesta que ha sido debatida varias veces en múltiples escenarios, que busca que el salario mínimo obedezca a la realidad según la cual Colombia es un país de regiones, con particularidades propias en los costos que van desde la canasta familiar hasta la finca raíz, (iii) definir estrategias que le apunten de manera clara a la generación de empleo, sin que ello implique una sobrecarga en los costos laborales a las empresas, lo que sin duda debería ser el foco principal de cualquier Estado y en particular el nuestro dada nuestra creciente tasa de desempleo e informalidad.

 

En lo que respecta a las reformas en Colombia del sector salud, partimos de la base según la cual todo es susceptible de mejoras y por supuesto nuestro sistema de salud no es ajeno a esa premisa, sin embargo; si se piensa en el aumento en la universalidad -tridimensional, entendida como mayor cobertura geográfica, incremento en las patologías amparadas y mayor cantidad de personas beneficiarias- respecto a la cobertura que ha logrado el sistema durante los últimos años, que lo ha ubicado como uno de los mejores de América Latina, no se percibe necesario realizar una transformación al mismo que muy probablemente resulte regresivo, llevándolo al sistema que teníamos antes de la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993 lo que sin duda representaría un daño del que nos tomaría varias décadas poder recuperarnos.

 

Queda claro entonces que nos encontramos ante un escenario de transformación e incertidumbre frente al resultado de los cambios que podría arrojar los diferentes procesos legislativos en curso, en cualquier caso, el foco principal de cualquier reforma en Colombia debe ser el de llevar el ordenamiento jurídico a la realidad jurídica del país, siempre dinámica a la par de la transformaciones que se han vivido en el mundo, y bajo ninguna circunstancia un retroceso después de resultar claro lo difícil que es en nuestro país lograr mejoras en nuestros sistemas asistenciales.

by Alejandro Granados Orellanos

Abogado de la Universidad Externado de Colombia, con especialización en Derecho Laboral y Relaciones Industriales, especialista en Gerencia de Recursos Humanos y Magister en Justicia y Tutela de los Derechos con énfasis en Derecho del Trabajo.